¿Apocalípticos o Integrados"

“Apocalípticos e Integrados” es un libro del ensayista, novelista, profesor y filósofo italiano Umberto Eco, publicado en 1965, en este el autor expone los diferentes puntos de vista a cerca de la cultura de masas y las diferentes posiciones, enfrenamientos de ideas de la sociedad ante la cultura de masas. Asimismo, Eco hace un estudio sobre los medios de comunicación de la actualidad y la cultura popular.

Umberto Eco pone este título ya que piensa que a partir de las dos posiciones opuestas “apocalíptico” e “integrado” se pueden ver las posturas de la cultura moderna.

Los Apocalípticos son aquellos que no creen en las nuevas técnicas de creación de la difusión cultural, le temen y le desconfían a toda aquella institución que quiera implementar y acercar a que exista una participación popular activa  en la comunicación mediática y cultural. Son personas que le temen a  avanzar y es por eso que ven las nuevas tecnologías como una amenaza. Prefieren seguir normas y leyes establecidas donde existe una cultura compartida para todos. Para ellos la cultura de masas es esencialmente mala, los medios de comunicación tienen solamente aspectos negativos, ya que favorecen la participación de civiles en la vida pública, ofreciendo a todos la oportunidad de contribuir y contribuyen al sistema. Para los apocalípticos, la cultura de masas es considerada una “anticultura” ya que es signo de un proceso de decadencia irrecuperable, al hacer parte de la vida cultural y política, se temen a reconocer todo lo nuevo como algo valioso y sorprendente ya que eso cambiaria todo lo establecido culturalmente por la sociedad. Es importante recalcar que estos plantean una idea totalmente pesimista de los alcances que han tenido las nuevas tecnologías y la cultura, como por ejemplo Adorno, Horkheimer. Para ellos los que caracteriza la cultura mediática es el carácter centralizado de su producción y difusión.

En contraste, existen aquellos que son optimistas, que aceptan, viven y participan en la creación cultural, a estos se les llama “los integrados”, piensan que así es posible acercar a las grandes masas ya que es protagonista de esta vida social y cultural y a acercar a  las más variadas formas de expresión artística a sectores antes marginados. Tienen un cierto “liberalismo cultural” y es una cultura totalmente mediatizada por los medios de comunicación  por eso todos tienen acceso a la cultura. Eco postula que una debilidad de los integrados es el hecho de pensar  que la multiplicación de los productos culturales es impuesta por el pueblo y que  responde a las necesidades sociales manifestadas por este cuando en parte son impuestas por centro de producción  ubicados en países extranjeros.

Existen varios dilemas entre ambas posturas. En primer lugar, el discurso apocalíptico es más poderoso, contagiosos  y tiene  mucha más fuerza narrativa por lo que es más fácil extenderse en la sociedad, en comparación con el otro.  
Hoy en día se ve que tenemos un inmeso campo de bienes culturales que están a nuestra disposición como lo son la televisión, el radio, cine, etc. Es por esto que los procesos de comunicación juegan un papel esencial en el ámbito de la cultura moderna. Tenemos un acceso a la información mucho más fácil e inmediata en donde cada vez se amplía el campo cultural. Sin embargo, estos medios también configuran  limitan todo el contenido.

Hoy en día se ve a todo el mundo como masa y no se tiene en cuenta, las características personales, no se sabe casi nada del público. Para los apocalípticos las personas que consumen cine, o ven televisión son consideradas personas insustanciales y poco intelectuales.

Según los autores esta nueva era y cultura tecnológica es un riesgo de uniformización cultural, según la más media raramente promueve cambios en los modelos sociales y en la sensibilidad estética de la gente, tienden a reforzar los valores y gustos existentes. La cultura de masas tiende a expandirse mundialmente, sin embargo es una completa amenaza para las culturas tradicionales.

En conclusión, se puede decir que ninguna de estas dos posturas es completamente valida y no es del todo ni mala ni buen la existencia de la cultura de masas. No hay que ser del todo integrados o apocalípticos. Se debe aceptar cada enfoque con el fin de crear una cultura valores y frutos buenos. Hay que tener en cuenta que estamos en una sociedad homogenizada donde controlan todos nuestros gustos, la cultura de masas es mediocre vulgar e inmoral, los productos culturales están inmersos a circuitos comerciales, donde solo les importa lo mercantil, donde están constantemente compitiendo con otros mercados. Por otro es cierto que el punto de vista de los integrados en donde ha favorecido un mestizaje cultural, en donde no solo somos consumidores sino también productores de contenidos, donde hay que siempre tener una visión más crítica y optimista al cambio.




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